Dimensión: 5.2.3: Combate al sexismo, el acoso y la violencia
Esta dimensión se refiere al papel del parlamento en la prevención y la lucha contra el sexismo, el acoso y la violencia hacia los diputados y el personal parlamentario. El sexismo, el acoso y la violencia, especialmente contra las mujeres, asolan los lugares de trabajo en todo el mundo. Ningún lugar de trabajo o entorno es inmune a estos comportamientos inaceptables.
Los parlamentos no son una excepción. Un entorno laboral libre de comportamientos sexistas y de violencia redunda en el interés de todos. Esto se aplica a hombres y mujeres y a todas las categorías de personal del parlamento (diputados, personal, asistentes, etc.), y a todas las formas de acoso, en particular la violencia de género.
El parlamento debería adoptar una política en el lugar de trabajo para combatir el sexismo, el acoso y la violencia en el parlamento que esté en consonancia con las obligaciones nacionales e internacionales y las mejores prácticas. Los objetivos de la política deberían enunciarse claramente, subrayando posiblemente el carácter intolerable e ilegal del sexismo, el acoso y la violencia en el parlamento y afirmando el compromiso de los dirigentes de la institución de prevenir y eliminar estos problemas.
La política también debe proteger al personal de los actos de acoso y violencia perpetrados por terceros. Los diputados, pero también a veces el personal parlamentario, pueden ser objeto de amenazas, comentarios y actos de violencia, incluso de carácter sexista y/o sexual, en reuniones o actos sociales, por correo postal, correo electrónico o mensajería móvil, o a través de los medios de comunicación o las redes sociales.
Deben identificarse claramente los organismos que pueden recibir y tramitar las denuncias. El mecanismo de denuncia debe ser en todos los casos:
- confidencial
- receptivo a los denunciantes
- justo para todas las partes
- basado en una investigación exhaustiva, imparcial y completa
- oportuno
La aplicación implica establecer iniciativas para proporcionar información y formación, sensibilizar y ofrecer servicios de apoyo a las víctimas de actos sexistas, acoso y violencia en el trabajo. También se requiere un seguimiento continuo y una evaluación periódica de estas iniciativas.
Véase también la dimensión 2.1.3: Código de conducta.
Objetivo deseado
Evalúe su parlamento en relación con esta dimensión
Criterios de evaluación
1: Política de lucha contra el sexismo, el acoso y la violencia en el Parlamento
El parlamento ha adoptado una política en el lugar de trabajo para combatir el sexismo, el acoso y la violencia en el parlamento que se ajusta a las obligaciones nacionales e internacionales y a las mejores prácticas.
2: Protección contra los abusos de terceros
El parlamento adopta medidas específicas para proteger a los diputados y demás personas que trabajan en él y que son objeto por parte de terceros de amenazas, agresiones o violencia sexista o sexual, incluido el acoso/ciberacoso en línea.
3: Mecanismo de reclamación
El parlamento dispone de un mecanismo confidencial de quejas para recibir y tramitar las quejas de los diputados y del personal. Este mecanismo es confidencial; responde a los denunciantes; es justo para todas las partes; se basa en una investigación exhaustiva, imparcial y completa; y es oportuno.
4: Sensibilización y formación
El parlamento lleva a cabo periódicamente programas de sensibilización y formación para diputados y personal contra el sexismo, el acoso y la violencia.
5: Seguimiento
El parlamento supervisa la eficacia y el impacto a lo largo del tiempo de las políticas para combatir el sexismo, el acoso y la violencia en el parlamento, entre otras cosas recopilando datos de referencia y las experiencias y percepciones de las personas que trabajan en el parlamento.
Cómo completar esta evaluación
Esta dimensión se evalúa en función de varios criterios, cada uno de los cuales debe evaluarse por separado. Para cada criterio, seleccione uno de los seis grados descriptivos (Inexistente, Rudimentario, Básico, Bueno, Muy bueno y Excelente) que mejor refleje la situación en su parlamento, y proporcione detalles de las pruebas en las que se basa esta evaluación.
Las pruebas para la evaluación de esta dimensión podrían incluir lo siguiente:
Obligaciones nacionales e internacionales relativas al sexismo, el acoso y la violencia en el trabajo
Políticas, reglamentos y protocolos parlamentarios, o disposiciones en reglamentos internos o códigos de conducta, destinados a prevenir y combatir el sexismo, el acoso y la violencia.
Informes u otra información que proporcione pruebas de la supervisión y aplicación periódicas de las políticas y reglamentos en la práctica
Si procede, facilite comentarios o ejemplos adicionales que respalden la evaluación.
Fuentes y lecturas adicionales
- Inter-Parliamentary Union (IPU), Guidelines for the elimination of sexism, harassment and violence against women in parliament (2019)
Obtenga ayuda con esta evaluación
La evaluación en relación con los Indicadores conlleva el diagnóstico y el examen de las fortalezas y las debilidades, por ejemplo, lo que el parlamento está haciendo bien y lo que podría hacer mejor o con más eficacia, teniendo en cuenta las buenas prácticas establecidas que se describen en los indicadores.
Lea la guía para la evaluación a fin de saber qué debe tenerse en cuenta a la hora de realizar una evaluación en función de los Indicadores. Descubra el modo de prepararse, la forma de establecer los objetivos de la evaluación y la manera de organizar el proceso, entre otras cuestiones. Contacte con los colaboradores del proyecto para obtener asesoramiento experto.
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